viernes, marzo 15, 2024

EL BUGALÚ LATINO

El bugalú es un genero de la música latina que consiste en la fusión del soul y R&B norteamericano con ritmos caribeños como la guajira, el mambo, la pachanga, el chachachá y el son montuno. 

Constituyó el segundo encuentro musical en Estados Unidos entre los puertorriqueños (nativos de la isla) y los afroestadounidenses, luego de la primera experiencia artística gestada en los años cuarenta con el jazz afrocubano, en el cual los boricuas tomaron parte decididamente. Ese primer encuentro basado en la interacción musical, de unos y otros, mediante actividades operativas, supuso el contacto directo de los boricuas con los músicos del jazz estadounidense. No obstante, este segundo encuentro -gestado a mediados de la década de 1960- con base en la ejecutoria musical del bugalú, entre latinos (puertorriqueños en su mayoría) y afroestadounidenses (cantantes por lo general), tuvo como tercer actor clave a los nuyoricans. Este segundo encuentro cultural, en el cual el bilingüismo determinaría muchas interpretaciones del bugalú -incluso, en no pocas ocasiones, en esa variedad lingüística denominada spanglish-, propició por su éxito comercial un contacto cercano entre exponentes del bugalú latino y los artistas estadunidenses que cultivaban el doo-woop, el rhythm and blues, el soul y el funk, como lo subrayó el desparecido catedrático boricua Juan Flores.

Protobugalús

El bugalú envolvió la mezcla del estilo afrocubano con el blues y las corrientes basadas en el gospel de la música afroestadounidense, los sonidos del rhythm and blues y el soul.

Algunas canciones que han sido consideradas como protobugalús: 

- The Watusi (Ray Barretto, 1961)

- Watermelon man (Mongo Santamaría, 1963)

- Spanish grease (Willie Bobo, 1965), entre otras. 

La primera de las muchas grabaciones del bugalú, según esta versión, fue Boo-Ga-Loo por el dúo de Chicago de baile-comedia-canto Tom y Jerrio, quienes dicen que tomaron la idea al ver el baile durante la presentación de un disco. «La grabación, difundida por ABC, fue un enorme éxito de millones de ventas para la pareja en abril de 1965». Le siguieron un montón de grabaciones de bugalú (incluyendo el Boogaloo Party, de los Flamingos), muchas de las cuales alcanzaron a ser éxitos moderados en los mercados del soul y del funk.

1966

En 1966 en Nueva York, el bugalú irrumpió casi simultáneamente con enorme fuerza comercial, cultivado por varias agrupaciones. No resulta fácil aún especificar cuál fue el primer número de bugalú latino en Nueva York. No obstante, Richie Ray & Bobby Cruz en el álbum «Se soltó - On the loose. Introducing the boogaloo» (Alegre, 1966, LP-850), advertían el advenimiento del bugalú, a través de los números Danzón boogaloo y Lookie lookie.  

La inspiración para los creadores del bugalú, llegó por diferentes vías. En tal sentido, Richie Ray menciona en sus diferentes entrevistas la influencia ejercida por Chubby Cheker. Tony Pabón en 1966, alentado por Pete Rodríguez quien requería de música complaciente para los bailadores, se inspiró en las líneas del bajo de la canción Fever, interpretada por la cantante estadounidense Peggy Lee, para componer el número Pete’s boogaloo. Tres discos con canciones de bugalú aparecieron en 1966: «Se soltó» (Richie Ray & Bobby Cruz, Alegre LP-850); «Latin boogaloo» (Pete Rodríguez, Alegre LP-852); y «Wanted dead or alive» (Joe Cuba, Tico LP-1146). Pero ese año apareció también el disco «Boogaloo blues» (Cotique, LP- 1004) del cantante, pianista y trombonista Johnny Colón, quien una década atrás emergió profesionalmente en la escena con un grupo de R&B. Un año después, el pianista y cantante Joe Bataan grabó la canción Gypsy woman, una obra de soul latinizada con arreglos musicales que incluían entre las voces instrumentales la percusión latina, definitivos en la intención de insuflarle la cadencia y el gusto de los ritmos cubanos. Para Richie Ray el contenido musical de los bugalús que interpretó en los años sesenta, estaban definidos por una mezcla de montuno y guajira con escalas de blues. Idea similar retiene Bobby Valentín, para quien el bugalú no era otra cosa que un son montuno. Otros músicos caribeños como Johnny Colón, han señalado que el bugalú era una guajira con rock and roll y rhythm and blues. 

El bugalú pese a ser truncado comercialmente en su momento de mayor apogeo, por diversos factores y grupos de interés, siguió difundiéndose en diferentes lugares del mundo. En las salsotecas y audiciones de salsa de Cali, Colombia nunca se ha dejado de programar. De hecho, en Cali en los años sesenta el bugalú fue difundido en los clubes de baile y en la radio de manera diferente: se aceleró de 331/3 a 45 rpm, lo cual constituyó una singularidad, percibida en la rápida manera de bailar del caleño.


¡El bugalú más allá de Nueva York..!

En diferentes lugares del mundo el bugalú se practicó, no solo en Nueva York y la Costa Oeste de los Estados Unidos, incluso utilizando la palabra para definir y promocionar sus discos como los siguientes ejemplos: en Puerto Rico, el Gran Combo grabó los discos «Boogaloos con el gran combo» (Gema, 1967, LPG-3044), «¿Tú querías boogaloo ¡toma boogaloo! » (Gema, 1967, LPG-3052) y «Pata-pata, jala-jala, boogaloo» (Gema, 1968, LPG-3057). Pedro Juan 'Pijuán' Piñero González y su Sexteto grabó «Shing-a-ling & boogaloo» (Borinquen, 1967, DG-1056). Chacón y sus Batirritmicos apareció con «Chacón boogaloo» (Borinquen, 1967, DG-1045). Joe Pappy and his Combo figuró con «Boogaloo a la Joe Pappy» (Topstar). En Venezuela, Federico y su Combo Latino grabó «Federico boogaloo» (Palacio, 1968, LP-6228). El dominicano Porfi Jiménez grabó «Porfi 67» (Velvet, 1967) y «Salsa y boogaloo» (Velvet, 1967). En Brasil, The boogaloo Combo grabó el disco «Muito quente» (Epic, 1970). En Panamá, Máximo Rodríguez y sus Estrellas Panameñas grabó el disco «Felicidad y boogaloo». En Cuba, la orquesta Riverside editó el disco «Boleros y boogaloo» (Puchito, MLP-608). En Perú, Mario Allison y sus Estrellas grabó «Caliente-caliente-caliente...del boogaloo» (Caliente, 1971, LCS-153-040). Pepe Moreno y su All Star Band grabó «El boogaloo de Cantinflitas» (Adria, 1969). Alfredito Linares y su Sonora apareció con «Yo traigo boogaloo» (Orbe, ORLP-4220). En México, Toño Quirazco y su Show Cartier grabó «A ritmo de boogaloo» (Orfeón, 1968, LP-12-185). En Colombia, Aníbal Velásquez grabó el disco «Boogaloo, descarga mosaicos» (Tropícal, 1968, LD-1553). Orlando Correa y orquesta Carnaval Swing «Cumbia-boogaloo...con la orquesta carnaval swing» (Fuentes, 1969, LP-200509). En África, la Orchestre Yaya Mas grabó bugalús («African boogaloo - The latinization of west África», compilación de Honest Jones Records, 2009). Intérpretes de la balada grabaron bugalús, ese fue el caso de Palito Ortega con «El magnetismo» (RCA, 1968). Diferentes grupos de jazz latino asumieron desde el primer momento de apogeo la práctica del bugalú: Ozzie Torrens («Boogaloo apartament 41», 1967, Decca, DL-74830) y Mongo Santamaría «Boogaloo» (CBS, 1967, SE-8192), entre otros. 


La nueva guardia

La aparición de agrupaciones con interés en reproducir los sabores del bugalú latino, hacen pensar en una ‘nueva guardia’ del bugalú: la orquesta Spanglish Fly, dirigida y fundada en 2009 Nueva York, por Jonathan Goldman; junto a otras formaciones musicales como Ray Lugo & The Boogaloo Destroyers, Elliot Rivera & NY Boogaloo, The Boogaloo Assanssins y Fulaso (de Brooklyn), entre otras. Esta situación de nuevo esplendor del bugalú, se trata más de un efecto reflejo acorde con la aparición y enorme producción de sencillos y discos de salsa ‘dura’ de la última década, y no precisamente un fenómeno de renacimiento del bugalú, mucho menos debe hacernos pensar que la industria del disco esté impulsando este tipo de música. Es importante recordar que desde la orilla del jazz latino, el bugalú no dejó de ser cultivado y en los años noventa fue revitalizado a través de Poncho Sánchez. 


Referencias

https://www.sonidourbanocali.com/news-1/2017/10/24/el-bugal-latino-50-aos-despus


Flores, Juan. (2009). Bugalú y otros guisos. Ediciones Callejón.

Flores, Juan. Preludios en bugalú (ensayo).

Documental: WE LIKE IT LIKE THAT. La Historia del Boogaloo Latino.

Producido por el realizador neoyorquino de origen colombiano Mathew Ramírez Warren.

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